martes, 16 de agosto de 2011

Señoras y señores, con ustedes: ¡El tequila!


Estoy en el rincón de una cantina
oyendo una canción que yo pedí,
me están sirviendo ahorita mi tequila
ya va mi pensamiento rumbo a ti.
José Alfredo Jiménez.


     Bebida típica nacional, de sabor fuerte, buena para el mal de amores, para la fiesta, inspiración de incontables canciones, para tomar entre amigos, para reunirnos o simplemente para olvidar. El tequila  ha ido despuntando a nivel internacional;  a diferencia, por ejemplo, del pulque, que sólo se puede encontrar en ciertas cantinas, las grandes cadenas de bares no lo incluyen en su carta, las razones pueden ser varias, pero lo cierto es que estas bebidas tienen su origen desde la época prehispánica.
    Cuenta la leyenda que Mayahuel era una joven hermosa, nieta de Tzintimitl. Cierta noche, Quetzalcóatl y Mayahuel se encuentras para amarse, convertidos en la sombra de un árbol bifurcado; pero cuando Tzintimitl despierta y no ve a su nieta, baja la tierra a buscarla, y la descubre con Quetzalcóatl, apenas separándose de las ramas. Entonces despedaza a Mayahuel y abandona sus restos para que sean devorados. Quetzalcóatl los entierra y de ellos brota la planta del maguey o agave. De ella se producen, el pulque, el tequila, y el mezcal.
     Tequila es el nombre del valle de Jalisco donde se ha producido por siglos esta bebida; también es el nombre de un cerro. El origen de la palabra es náhuatl, tequitl: trabajo u oficina, tlan: lugar.
     El tequila tal como lo conocemos hoy, se debe al proceso de destilación que dieron a conocer los españoles después de la conquista, y éstos a su vez, de los árabes. En la época prehispánica, después de la fermentación y tras días de reposo del maguey, se llegaba a obtener una bebida embriagante; misma que sólo era utilizada en ciertos rituales, el que se embriagara no era bien visto por la comunidad y hasta era castigado; imagínense si esta costumbre se siguiera llevando a cabo.
     La mejor forma de tomar el tequila es por medio de los caballitos, su origen es un tanto incierto; pero se cuenta que provienen de los cuernos de toro que los hacendados, en la colonia, llevaban colgados en su cuello para probar el tequila; y salían a caballo para supervisar las labores del campo, entonces cada que se les preguntaba la razón por la cual llevaban este objeto en el cuello, ellos contestaban: -Es p’al tequila en el caballito-.
     Para que el tequila sea catalogado como tal, éste debe de tener como mínimo 51%  de agave azul y lo demás puede contener diferentes fuentes de azúcar. Se clasifica por su proceso de añejamiento, el blanco: es claro y transparente y se embotella después de haber sido destilado. Oro: es suavizado con colorantes y sabores, es el indicado para preparar las famosas margaritas. Reposado: como su nombre lo menciona, se deja reposar en barriles de roble, desde dos meses hasta un año; y por último el extra añejo, mismo que es añejado por más de ocho años.
     Sea añejo, reposado, con refresco, solo o con limón y sal, el tequila siempre se disfruta; siendo orgullosamente mexicano para el mundo, es la bebida que nos representa desde siglos. ¡Salud!

Yo sentí que mi vida se perdía en un abismo profundo
y negro como mi suerte, quise encontrar el olvido al estilo Jalisco
pero aquellos mariachis y aquel tequila me hicieron llorar.
José Alfredo Jiménez.





martes, 9 de agosto de 2011

El bolero de Cantinflas


“Yo amo, tú amas, el ama, nosotros amamos, vosotros amáis, ellos aman. Ojalá no fuese conjugación sino realidad”. Cantinflas.

    Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes, mejor conocido como Cantinflas, nació un 12 de agosto de 1911; en Santa María la Redonda en la Ciudad de México.
     Desde chico tuvo una personalidad bastante relajada y vivaz ya que se crió en el barrio bravo de Tepito, desempeñando diversos oficios, desde boxeador, recoge pelotas de tennis, torero, asistente de la Oficina de Correos, bailarín; mismos oficios que en un futuro le ayudaron a desempeñar sus múltiples facetas en sus películas.
     Cuenta el cronista de la ciudad, Carlos Monsiváis; que el personaje de Cantinflas nació en la carpa Ofelia mientras intentaba recordar un monólogo que por la presión del público y los nervios había olvidado, y no le quedó otro remedio más que improvisar una serie de incoherencias y palabras sin sentido que el público aceptó con risas y carcajadas. Monsiváis comenta que en ese momento el destino puso en sus manos la característica distintiva, el estilo que es la manipulación del caos.  Días después en la carpa un asistente del público le gritó: “Cuánto inflas” y en la “Cantina-inflas” de ahí surgió la palabra Cantinflas.
     De las carpas Cantinflas saltó al cine en 1936 con el film “No te engañes corazón”, mismo que no recibió tanta atención, fue hasta 1940 cuando lleva a cabo “Ahí está el detalle” con el que recibe un gran éxito gracias a su peculiar simpatía, es aquí donde nace el hombre del detalle, donde se da conocer el hombre de los pantalones caídos, el bigotito mal pintado, el hilacho de gabardina y el sombrerito mal puesto.
     Las décadas de los 40 y los 50 fueron las más importantes en su carrera, realizando casi una película por año, ésta fue su etapa más creativa. “Ni sangre ni arena” en 1941 refleja su eterna pasión el mundo taurino, en “El Circo” (1942) se deja ver la influencia que tiene del cómico, internacionalmente conocido Charles Chaplin. Experimenta interpretar de una manera única y auténtica con una trama inteligente y divertida los diferentes oficios de: bolero en el “Bolero de Raquel” (1956) aunque ya a color, donde baila de manera excepcional  en aquella escena entrañable con Manola Saavedra, el bolero de Maurice Ravel;  en “El gran hotel” (1944) se queja de que tiene que trabajar como botones, por cierto una de sus películas más divertidas. La dinastía Soler trabajó con él en filmes como: “Un día con el diablo” (1945) en la que Andrés Soler encarna a un irónico diablo que acompaña a Cantinflas en un viaje por el infierno en tiempos de guerra.
    Siempre rodeado de mujeres bellas como en “A volar joven” (1947) con Miroslava; también hizo adaptaciones al cine de la literatura universal en “Romeo y Julieta” de Shakespeare (1943) y “Los Tres Mosqueteros” (1943) de Alejandro Dumas.
    Perteneció y colaboró en gran medida a la época de oro del cine nacional, y su debut en Hollywood fue con la película “La vuelta al mundo en 80 días” en 1956, al lado del actor David Niven, con la que ganó una nominación al globo de oro. En Estados Unidos se codea con los grandes: Liz Taylor, Anthony Quinn, Kim Novak, etc. Pero su mayor obstáculo, como el mismo lo menciona, seguirá siendo el idioma; sus juegos de palabras, su forma de hablar, sus expresiones rebuscadas, siempre serán tarea difícil de traducir a lenguas extranjeras.
     El cambio del blanco y negro al color parece no haberle beneficiado en mucho, ya que sus personajes se vuelven cada vez más didácticos, más moralinos y menos propositivos y divertidos como antes. En 1977 filma “El patrullero 777” en la que se muestra un Cantinflas acartonado que da consejos en lugar de risas, ya nada queda del policía desfachatado que hizo en 1941 en “El gendarme desconocido”.  Su última película “El Barrendero” (1981) es una cátedra de consejos, ya no es el Cantinflas que provoca la carcajada con su lenguaje y ocurrencias, ya es un Cantinflas que enseña y alecciona y es donde pierde su esencia y frescura.  Su amistad con los poderos políticos de la época, incluso con el presidente Díaz Ordaz,  su arrolladora fama y popularidad; pudieron ser los factores que influyeron para que su calidad como cómico fuera disminuyendo considerablemente.
     Enfermó de cáncer de pulmón y el 20 de abril de 1993 falleció a la edad de 81 años; miles de personas se dieron cita en su funeral, barrenderos, policías, bomberos, lo velaron en el Palacio de Bellas Artes y sus restos permanecen en el Panteón Español.
     A pesar de su ocaso y de la mala calidad en sus últimas películas, Cantinflas junto con Tin-Tan siguen siendo los cómicos más importantes de la historia del cine mexicano.
     Dejó un legado de 50 películas, la Real Academia de la Lengua Española incluyó ocho términos relacionados con Cantinflas, tales como, cantinflear, cantinfleo, cantinflesco, etc.
     Fue pintado por artistas de la talla de Diego Rivera y Rufino Tamayo, muchos chicos crecieron viendo “El Cantinflas Show”, serie animada creada con el propósito de dar a conocer temas de física, historia, deportes, artes, a los niños. Se conserva una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama en Hollywood.
     Este mes de agosto se cumplen 100 años de su natalicio, el gobierno del Distrito Federal ha organizado diferentes homenajes y eventos en su honor; como la exposición fotográfica en las rejas de Chapultepec que incluye imágenes de sus películas, carteles, tanto a color como en blanco y negro. Recomiendo ampliamente su visita para conocer más de cerca a este cómico que tanto aportó  al cine nacional y que se ha convertido en ícono de la cultura popular mexicana. ¡Ahí está el detalle chatos!.

“El mundo debería de reírse más, pero después de haber comido”. Cantinflas.
         Por: Alejandra Fuentes.
En Tw como @alefusa86