lunes, 19 de septiembre de 2011

Zopilotes, buitres, hienas...

"En este país hay muchos hijos de la chingada y los peores son los seis generales que dieron el golpe contra Madero".
Temporada de zopilotes.
Paco Ignacio Taibo II
Ed. Planeta, 2009, México

Zopilotes, buitres, hienas. Eso fueron los seis generales que dieron el golpe de estado al gobierno legítimo del presidente Madero en 1913. "La Decena Trágica", así llamada por ser los diez días más vergonzosos en los que la ambición por el poder y el dinero se sintieron más que nunca. Otra vez Taibo II  con una esplendida narrativa, nos lleva por los laberintos más oscuros de nuestra historia contemporánea.
 Un oportunista Félix Díaz; un resentido aristócrata, como lo era Bernardo Reyes; un sanguinario general Huerta; un rencoroso intervencionista, como lo fue el embajador estadounidense Henry Lane Wilson, entre otros personajes porfiristas, quienes fueron los autores intelectuales de la muerte del presidente Francisco I. Madero, junto con su vicepresidente Pino Suárez.

Otra historia hubiera sido si en lugar de Pancho Madero hubiera estado a la cabeza del gobierno su hermano Gustavo Madero, El ojo parado, como despectivamente le decían sus enemigos. Taibo II nos va adentrando, de manera única, en los pensamientos de un Francisco I. Madero ingenuo, confiado, terriblemente honesto; quien creía que todo el mundo era bueno, como él. Con mucha más malicia y suspicacia, Gustavo le había advertido que estaban rodeados de buitres y que sólo estaban esperando un corto tiempo para arrojarse sobre los despojos de ambos, como así lo hicieron.

 Mención aparte merece la viril y valiente actitud del embajador de Cuba en México, Don Manuel Márquez Sterling; quien acompañó a los mártires de la decena trágica en sus últimos momentos de vida y aún arriesgando la propia, pues se atrevió a desafiar las órdenes de Lane Wilson en el sentido de aislar al loco de Madero  pues era un peligro para el país. En todo momento quiso salvarle la vida; pero quien podía contra el coloso del norte y sus traidores compinches. 

Analizar este capítulo de la historia de la manera en que lo hace Paco Ignacio, aparte de ser una verdadera delicia, nos revela como las traiciones y venganzas son  familiares en nuestro acontecer;  aunque a veces no lo queramos ver, por eso nos va como nos va. Enterarnos del pasado y con pleno fundamento es una de las actividades más relevantes de este brillante escritor, el cual ya nos tiene acostumbrados a paladear su excelente prosa. 

Recomendamos ampliamente su lectura pues desde el comienzo, ya no hay regreso, queda una atrapada en el mar de la imaginación y la verdad.

Pilar Sánchez Hernández.

No hay comentarios:

Publicar un comentario