jueves, 29 de septiembre de 2011

Arráncame la vida con demasiado amor.

     ¿Qué tienen en común estas dos novelas? Las dos fueron creadas por escritoras mexicanas contemporáneas (Sara Sefchovich, Demasiado Amor; Ángles Mastretta, Arráncame la vida), fueron llevadas a la pantalla grande con gran éxito; hablan de mujeres inteligentes, intensas y ávidas de encontrar el amor, en ellas mismas y en los demás.

          Arráncame la vida es la primera novela de Ángeles Mastretta, (1949, periodista) situada en los años treintas, en Puebla,  cuenta la historia de una jovencita llamada Catalina, quien conoce al general Andrés Asencio, como 30 años mayor que ella, a las pocas semanas de conocerse se casan y se van a vivir juntos.

“Tenía quince años y muchas ganas de que me pasaran cosas. Por eso acepté cuando Andrés me propuso que fuera con él unos días a Tecolutla. Yo no conocía el mar, él me contó que se ponía negro en las noches y transparente al mediodía. Quise ir a verlo. Nada más dejé un recado diciendo: -Queridos papás, no se preocupen, fui a conocer el mar-”Arráncame la vida.
     Pero para Catalina, esta no fue la mejor decisión, porque no se conformaba con ser únicamente la mujer del general. Novela que se lee de manera ágil, que retrata las costumbres de le época posrevolucionaria, la corrupción en el gobierno, la decepción de Catalina por no encontrar el amor en su esposo, pero después lo hallará en manos de un joven culto e inteligente. En palabras de la propia escritora, comenta que:
“Es la historia de una mujer enamorada y su educación: cómo aprende que no puede ser solamente una mujer enamorada de su esposo sino que tiene que ser atrevida, beligerante y sobre todo, en control de su propia vida. También quise responder a mis propias dudas sobre la relación entre los hombres y las mujeres”. Ángeles Mastretta.

     Demasiado amor, relata la vida de dos hermanas que sueñan con irse a vivir a un pueblito en Italia, comprar una casa allá y vivir de las rentas; para lograr este objetivo una de las hermanas, Beatriz, se tiene que quedar en México para mantener a ambas y enviar dinero desde aquí. Pasan las semanas y por más que se esfuerza en su trabajo de oficina, el dinero no le alcanza. Una noche decide ir a tomarse un café al Vips, donde conoce a un señor con el que platica por horas, y termina acostándose con él, obteniendo una paga económica.
    De aquí en adelante Beatriz comienza una intensa aventura sexual, entre semana, con hombres muy diferentes entre sí. Porque los fines de semana los tiene reservados para el amor, es decir para Carlos, con él descubre todo México, desde Yucatán hasta Tijuana; sus paisajes, su comida, playas, cenotes, pueblos, cascadas, mariposas monarcas, pirámides.

“Brillan los lagos de Valle de Bravo, Pátzcuaro y Zirahuén. Rugen los ríos enormes que corren por Tabasco, o los riachuelos sin nombre que recorren  Morelos. Sueñan los canales de Xochimilco cubiertos de lirio, y aquel camino de agua detrás de las ruinas de Palenque. Duerme el cenote sagrado en Chichén-Itzá…” Demasiado Amor.

     Sara Sefchovich, quien es socióloga e historiadora, se encarga de entregarnos una guía roji del amor, de la sensualidad, de México, de su historia, su geografía, sus personas y lugares; del redescubrimiento de los sentidos a través de los viajes y de la pareja. Recomiendo ver la película, con la excelente actuación de Karina Gidi, después de haber leído el libro.

“Por tu culpa empecé a querer este país. Por tu culpa…porque tú me llevaste y me trajiste, me subiste y me bajaste, por veredas y caminos, por pueblos y ciudades… Y ahí iba yo atrás de ti y contigo,  mirándote, bebiéndote, esperándote para que me hicieras el amor después de tanto recorrido, de tanto polvo, verdor, desolación, calor y lluvia que fuimos encontrando en este país nuestro de cada día”. Demasiado Amor.


         Por: Alejandra Fuentes.

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