miércoles, 27 de julio de 2011

La tristeza de Van Gogh.

Si oyes una voz dentro de ti diciéndote: "no sabes pintar", pinta, ¡Faltaría más! y la voz se callará. Van Gogh.

     Van Gogh creció en el seno de una familia protestante, desde chico tuvo una actitud hostil y un carácter difícil, razón por la cual sus padres lo mandaron a varios internados; hasta que fue confiando a un tío para que trabajara como comerciante de obras de arte en la casa Goupil, labor en la que pudo conocer de cerca las corrientes artísticas de la época y se interesó por tomar el camino de la pintura.
     Era muy autodidacta, pasaba horas en los museos analizando las pinturas, y casi nunca pintaba modelos, ni siquiera cuando tenía dinero para pagarlos. Se conmovía con el dolor y la miseria de las personas; quizás porque en el fondo él buscaba un poco de comprensión a su personalidad depresiva y a su angustia, apasionado, lleno de ilusión un día y al otro día desolado.
     Sus temáticas pictóricas eran diversas, reflejaban el dolor humano, la pobreza, pintó aldeanos, costureras, ancianos, campesinos, obreros, etc. En 1886 se mudó a París junto con su hermano Theo, gracias a las cartas que intercambiaba con él es que podemos adentrarnos más en su vida, este personaje fue decisivo porque nunca lo abandonó y le dio apoyo económico y emocional hasta su muerte.
      Fue en París donde se codeó con los grandes artistas de la época como: Émile Bernard y  Toulouse-Lautrec, haciéndose gran amigo de ellos, así como a Paul Gauguin, Georges Pierre Seurat, Paul Signac, Armand Guillaumin, Camille Pissarro, Paul Cézanne.  Fue en aquella ciudad donde empezó a usar colores más vivos y luminosos, a dejar un poco de lado la pesadez de las tierras bajas de su país, por pintar barcos, ríos, puentes, jardines y flores, sobre todo girasoles.
“Si se continúa amando sinceramente lo que es en verdad digno de amor y no se derrocha el amor en cosas insignificantes y nulas e insípidas, se logrará, poco a poco, más luz y se llegará a ser más fuerte”. Van Gogh.
     En Arles su amistad con el pintor Gauguin se volvió más intensa, y fue éste el que lo impulsó para que pintara lugares históricos de aquel lugar. Aunque Van Gogh aprendió mucho de Gouguin, nunca llegaron a ponerse de acuerdo en lo esencial y sus discusiones eran cada vez más fuertes.
     Una de las teorías cuenta que una tarde mientras los dos pintores discutían acaloradamente, Van Gogh amenazó a Gouguin con una navaja de afeitar; y a causa de su gran desesperación y enojo, por la noche, Van Gogh decidió cortarse el lóbulo de la oreja derecha, más no la oreja completa como se especula; momentos después envolvió su lóbulo para enviárselo a una prostituta llamada Rachel, como un obsequio.
“Cuando un ciego grita a otro ciego, los dos tropiezan en la misma piedra.” V.G.

     Sus últimas obras las pintó en Saint-Rémy, durante esta etapa sus crisis emocionales estuvieron más presentes que nunca, al grado de ser internado en un psiquiátrico, en esa etapa sus obras se caracterizaron por tener grandes pinceladas, colores intensos, remolinos, etc. Como en una de sus pinturas más famosas llamada: “La noche  estrellada” (1889) fue creada dentro del sanatorio mental de Saint-Rémy.   El artista aplicó a este cuadro su característica, enérgica y rotunda pincelada, no se deja llevar por la observación directa, sino que crea su propia visión de la noche y del  cielo. Curiosamente en vida sus obras no se vendían aunque a él no le importaba mucho, hoy en día es uno de los artistas más cotizados, y este óleo, cuyo precio lo coloca entre uno de los más valiosos en la historia de la pintura, se encuentra en el Museum of Modern Art de Nueva York.
“No puedo cambiar el hecho de que mis cuadros no se vendan. Sin embargo, el tiempo hará que la gente reconozca que mis cuadros vale más que el valor de las pinturas utilizadas en él”. V.G.

La tarde del 27 de julio de 1890, se disparó en el pecho, murió dos días después cuando su hermano Theo se hallaba a su lado. Éste no pudo soportar la pérdida y murió seis meses después, su cuerpo  fue exhumado y enterrado al lado del de Vincent.
“He puesto mi corazón y mi alma en mi trabajo, y he perdido mi mente en el proceso”. Van Gogh.

No hay comentarios:

Publicar un comentario