jueves, 29 de septiembre de 2011

La familia (y otras demoliciones)

La familia (y otras demoliciones)
Germán Dehesa
Ed. Planeta, 2003
Por: Pilar Sánchez Hernández. (27-09-11)

Se  te extraña mi Charro Negro.  Difícilmente nos vamos a acostumbrar a tu ausencia. Ya formabas parte de nuestras vidas  cuando de manera tan entretenida y peculiar convertías la vivencia simple y cotidiana, en algo memorable y significativo. En esta ocasión me refiero a tu muy particular visión de la familia mexicana de clase media. Tu lectura nos llena de añoranzas y recuerdos.  Cada anécdota, cada suceso, por simple que parezca, va haciendo recuerdo de sucesos que muchos mexicanos y mexicanas hemos vivido. Nos podemos ver reflejados en varios de ellos.

Platicas, con envidiable amenidad, de las suegras (La suegra biónica);  de la típica tía gorda y sus memorables fajas (¿Cuánto le debo?); de  como nos trataban en nuestra lejana infancia nuestras madrecitas; cuando aún no salían a competir contra los hombres en el campo laboral (Llévate algo); de la clásica semana mayor, en los hogares católicos (Semana Santa); de cómo te trataron y  educaron tus padres, lo cual produjo con el tiempo y a pesar de todo, un excelente literato (Mis padres) y  así  vamos recorriendo tu  mundo que es a su vez el  nuestro, en una magnífica colección de vivencias acaecidas aquí y allá.

La narración de tu existencia se desliza desde los 50´s hasta comienzos del milenio. Viviste junto con  miles de aztecas, como tú nos denominas a los habitantes del centro del país, acontecimientos de gran relevancia social que formaron el modo de ser del mexicano contemporáneo.

Familias sinvergüenzas, peleoneras, intrigantes, envidiosas,  mitoteras, chismosas; entre otras lindezas, pero también solidarias, fiesteras, guapachosas,  cómplices hasta lo abyecto, divertidas  y sobre todo muy mexicanas; es lo que tú nos presentas. Hay de todo en la viña del señor y en alguna tenemos que encajar la mayoría de los habitantes de este hermoso, aunque muy sufrido país.

Como nos haces falta mi Charro, para que nos ayudes a explicar que le está pasando  a tanta familia, de cualquier categoría social, en un ambiente cada vez más violento e inseguro.  Leer y releer tu libro, nos reconforta y nos lleva a un lugar de paz y diversión. 


*Por: Luz María del Pilar Sánchez Hernández

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